
El uniforme de trabajo es la seña de identidad de cualquier marca o empresa, por lo que lo más recomendable es elegir prendas que reflejen la imagen de la empresa o corporación a través de colores que se encuentren en consonancia con esta.
Las prendas destinadas a formar parte del vestuario de una empresa deben ser funcionales y cómodas. Para ello hay que tener presente las tallas de los trabajadores para que están prendas se ajusten a la perfección con los cortes más modernos y cuente con diversos detalles para que el vestuario sea aún más funcional.
El traje sastre es uno de los elementos más importantes en el guardarropa de una mujer, sobre todo en el ámbito profesional, ya que indica formalidad, profesionalismo, carácter y buen gusto al vestir, por ello los uniformes ejecutivos femeninos se integran por un coordinado de saco y/o chaleco, con falda o pantalón.
La falda
En el ámbito de los negocios, la falda es sinónimo de elegancia y distinción, luce especialmente bien en temporada verano y es altamente recomendada para actividades que no requerirán mucho movimiento como atención a clientes, recepción y secretariado.
Las faldas rectas o lápiz son ideales para la oficina gracias a su versatilidad con los distintas complexiones femeninas. Se sugiere usarla a la altura de la rodilla o sólo un par de centímetros encima, pues las minifaldas resultan informales e incómodas para la jornada laboral.
El Pantalón
En uniformes, su uso es más recomendado para temporada invernal y para colaboradoras cuyas actividades requerirán un movimiento constante como inclinarse o estirarse, subir escaleras y caminar largas distancias, esto considerando principalmente su comodidad y protección.
Si bien el conjunto con falda luce más que el de pantalón, éste último resulta más práctico para realizar algunas actividades, sin dejar de lado el estilo. Se recomienda elegir un corte recto a la cintura o media cadera, pues nunca pasa de moda y sienta bien a todas las siluetas, además de verse excelente tanto con zapatos abiertos como cerrados.
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Los detalles importan
Un traje es un elemento poderoso, hay que tener en cuenta los detalles para asegurar que luzca perfecto, en ambos casos el uniforme se puede complementar con una blusa formal, dependiendo del estilo de cada empresa y la imagen que se busque proyectar.
Así mismo, son importantes los complementos con los que se combina el conjunto, los accesorios discretos como mascadas y bufandas, pueden lograr un estilo más elegante o casual.
Para evitar incomodidad en las trabajadoras, se debe prestar especial atención al proceso de medición para las tallas de los uniformes. Deben estar cómodas con el coordinador que confeccionará, y conscientes de los ajustes que se pueden realizar posteriormente, ya que cada modelo y estilo de cuerpo varían.
La mejor decisión
Independientemente de si se elige falda o pantalón, un buen traje siempre proyecta una imagen sofisticada y vanguardista. Azafatas, abogadas, maestras, personal administrativo, contadoras, vendedoras, consultoras y un gran número de profesionistas alrededor del mundo, diariamente portan con orgullo su uniforme, pues además de darles pertenencia a su empresa, las hace lucir impecables.